sábado, 31 de outubro de 2015

Frente a la clase media urbana amenaza el kirchnerismo en Argentina




Morón está a sólo 30 km del centro de Buenos Aires, pero no tiene nada que ver con la imagen típica de Argentina. Hay avenidas arboladas con fabulosos palacios afrancesados, como el centro de la capital. O campos llenos de ganado o la soja. Tampoco está lleno de casas de chapa y ladrillo como "villas miseria" que rodean la capital.

Morón, con su bingo, sus letreros de neón en el estilo de los años 70, sus centros industriales y su tráfico infernal, es uno de los municipios en las afueras de Buenos Aires, donde se apiñan 10 millones de personas, la gran mayoría de la clase media empobrecida por la crisis 2001, se recuperó en los años de auge de la primera kirchnerismo y ahora con mayores problemas porque la economía no crece desde 2011.

Y eso es lo que está sucediendo cambio político argentino que ha tenido un duro golpe para kirchnerismo como un pilar de la izquierda latinoamericana y la amenaza sin duda le quita su poder el 22 de noviembre para dar a Maurico Macri, por la derecha y tiene cerca vínculos con el Partido Popular (PP) español.

Morón está lleno de casas normales y avenidas transitadas, con cables de teléfono de cruzar las calles, el 75% de la ciudad cuenta con alcantarillado y el 90% con agua del grifo --el dos grandes problemas de las afueras de Buenos Aires. Sin lujos y sin miseria. Aquí la crisis se nota.

"La economía nos ha afectado mucho, aquí hay muchas pequeñas empresas que exportan a Brasil y están sufriendo mucho, si no generar nuevos puestos de trabajo. Ganó la voluntad de cambiar, aunque la administración municipal a evaluar a fondo", dijo con nostalgia alcalde Kirchner Lucas Ghi, cuyo partido perdió domingo (25) elecciones locales en un turno completo que marca el movimiento de toda esta zona urbana.

El macrismo ganó este grupo electoral de 320.000 habitantes de 10 puntos, más de 20 mil votos --something impensable hace unos meses.
Morón -que asciende a Mostoles en las afueras de Madrid o de Santa Coloma en el Barcelona-- es políticamente especial. Ali gobernó durante 16 años la formación de Martín Sabbatella, un ultra-Kirchner quien atacó al grupo Clarín en nombre del presidente. El ex alcalde de Morón saltó al gobierno nacional y es uno de sus más fieles hombres.

Sabatella era ahora un candidato a vicegobernador de Buenos Aires, la provincia donde el kirchnerismo se refugiaba, y había puesto en Morón su hermano Hernán. Ambos han perdido forma estruendosa. Uno para macrista María Eugenia Vidal, la revelación de las elecciones, que fue capaz de arrebatar la provincia de Buenos Aires el peronismo, algo inédito desde 1987, y el otro a su marido Vidal, Ramiro Tagliaferro, que será el nuevo alcalde de Morón .

"El electorado de Morón hizo un voto crítico para kirchnerismo formas. Son residentes muy informados con una enorme disciplina fiscal en relación con otros municipios, y esta lógica vio la consolidación de la gestión de Macri en Buenos Aires, lo que hizo con el Teatro Colón, el metrobus y las obras contra las inundaciones ", dijo Tagliaferro.

Este malestar contra formas kirchnerismo se puede ver en el centro de Morón, donde en todos los bares en estos días única política habla con gran pasión. Aunque aún más importante parece ser la economía y la inseguridad. Un anciano entra bar rizado en el centro de la ciudad. Es evidente que Kirchner, hace que el camarero, que optó por macrismo.
"Ahora Tagliaferro vienen con una gran cantidad de dinero de la gente de aquí, eres feliz", dice. Para kirchneristas, Macri es el representante de los más ricos del país, el sector al que pertenece, sino también a su rival, Daniel Scioli.

"Me conformo que seamos más seguro. En la capital se puede caminar por la noche en Morón no", responde el camarero. Y entonces comienza una larga discusión sin fin posible, como es costumbre en la Argentina.

Juan Pablo Sánchez, de 37 años, empleado de un bingo, es un ejemplo de la vuelta que se vivió el domingo. Vota por Cristina Kirchner en 2011 y Macri ahora.

"Yo voté por él porque podía ganar Scioli, que no aprobaba lo que hizo en la provincia. Un pariente mío murió a causa de la inseguridad. Yo voté por Néstor y Cristina [en 2003, 2007 y 2011] porque me parecía la mejor opción. Pero ellos creó muy confrontación, hizo que la gente se pelean a causa de ellos, no se puede hablar de política con los compañeros de trabajo K. Para el 2011 hemos estado bien, pero empezaron a dar más 'planes' [subsidios a los pobres]. Nos cobran el impuesto sobre la renta a pagar los que no trabajan. Queremos un cambio. Estamos robado así que dejamos en casa, hay personas que no tienen alcantarillado. En Morón hay un montón de clase media y están conformes con el impuesto sobre la renta ", explica.

Mientras tanto, Lucas, de 21 años, empleado de una tienda de ropa, se mantiene fiel a kirchnerismo: "Votamos por el cambio, pero va a cambiar todo lo que he votado en el Frente para la Victoria [la formación de Scioli y Kirchner], pero. hay personas que no quieren permanecer tanto tiempo en el poder. Muchos quieren Macri tomar los "planes", pero muchos de los que votaron a favor de Macri reciben estos beneficios. Quiero continuar el proyecto [Kirchner], porque aquí en 2001 hubo saqueos. Alguien .. como yo, que vivía en una humilde familia, ya sabes lo avanzado que compré un coche, una moto Los macristas vienen aquí a comprar ropa y decir: 'Vamos a tomar el Ahora 12 [del plan de subvenciones públicas para el consumo] antes de ir Cristina sin embargo. '"

En Morón reproduce el debate que divide Argentina y determinar el resultado de la segunda vuelta: el cambio o continuidad, izquierda o derecha --incluso en este país que los dos conceptos son muy variadas.

"Creo que las personas no están haciendo un derecho consciente turno. Pero hay un movimiento en toda la región. En Brasil también vemos que la derecha está poniendo a sí mismo por encima de la crisis para destruir los gobiernos populares", preocupa a los Kirchner Ghi que todavía cree que es posible para evitar la victoria de Macri en la segunda ronda.

Tagliaferro, el nuevo alcalde está convencido de que la clase media dirigirá el macrismo al poder. "Las formas K son los que irrita la clase media en general. Por ejemplo, las redes de Cristina nacionales permanentes [difusión obligatoria sus discursos], la corrupción, forma irascible de hacer política". Una vez más, es la clase media argentina que decidirá el destino del país en tres semanas. En Morón ya elegido. El resto aún se desconoce.


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