quarta-feira, 11 de novembro de 2015

Bruselas elimina el 'made in Israel' en los productos de las colonias de Cisjordania


Un operario empaqueta cajas de vino producidas en el asentamiento judío de Shiloh, en el norte de Cisjordania.



El liderazgo israelí no ha tardado ni un minuto en mostrar su indignación y enfado ante la decisión tomada por la Comisión Europea (CE) de etiquetar los productos procedentes de los asentamientos judíos en territorios ocupados por Israel en laguerra del 67. No se conoce el verdadero y exacto impacto de la medida (se especula con pérdidas valoradas en 50 millones de dólares anuales) pero este miércoles 11 de noviembre pasará a la historia en las relaciones entre la Unión Europa (UE) e Israel. Se trata de algo más que una etiqueta que ponga o deje de poner 'Made in Israel'.
Nada más llegar la noticia de Bruselas, la cancillería israelí convocó de forma urgente al embajador de la UE, Lars Faaborg-Andersen para presentar una "enérgica protesta" mientras ministros, diputados y diplomáticos en Jerusalén atacaron lo que consideran, en palabras de un dirigente, "vergonzosa medida que premia el terrorismo y el rechazo de los palestinos a sentarse en la mesa de las negociaciones y pone en duda el papel de mediador de Europa".
Citadas por la agencia Reuters, fuentes de la CE han aclarado que "se trata de un paso técnico y no político. Los territorios ocupados no forman parte de la soberanía israelí y por tanto no se pueden vender bajo la etiqueta de 'Made in Israel'". Aseguran que su posición respecto a las colonias "es conocida". Asimismo, la CE ha mostrado su oposición al boicot a Israel y asegura que este país seguirá siendo socio preferencial en temas de arancelarios de la UE.
"Estas medidas son discriminatorias. Es intolerable que Israel sea el único país al que se le aplican esta política cuando hay más de 200 conflictos territoriales en el mundo", declara el Ministerio de Exteriores en Jerusalén sobre una decisión que intentaron evitar hasta el último minuto. Cerca de 40 senadores estadounidenses enviaron una carta a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para pedir que no sea aplicada.
En Israel, nadie se toma en serio el argumento de que sólo se trata de una directriz "técnica". Si en algo coinciden israelíes y palestinos es en que no se trata de una media técnica sino ideológica y política como parte de su guerra en la escena internacional. Más allá de que, en este conflicto, todo es político.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) afirma que las colonias "son ilegales desde el punto de vista del Derecho Internacional y suponen un gran obstáculo para la solución de dos Estados". De ahí que la medida de Bruselas sea un espaldarazo en la "Intifada diplomática" que promueve el presidente Abu Mazen. Según el veterano rais, es la mejor forma para acabar con la ocupación de Cisjordania y crear un Estado con Jerusalén Este como capital tras el fracaso en las negociaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Israel, por su parte, no los considera "territorios ocupados" sino "en disputa"alegando en palabras recientes de Netanyahu que "los atentados terroristas tuvieron lugar mucho antes de la construcción de la primera colonia. El origen del conflicto no es por tierras, sino su rechazo a reconocer el derecho del pueblo judío a tener un Estado". "La UE no puede pretender ahora ser un mediador neutral en este conflicto", añaden desde el Gobierno
Tras una visita a Madrid y otras capitales europeas, la viceministra de Exteriores, Tzipi Hotovely, cree que "la escandalosa decisión supone un intento de deslegitimar no sólo a los habitantes de Judea y Samaria [Cisjordania] sino de todo Israel".
"Los principales perjudicados de esta medida son las familias de las decenas de miles de palestinos que trabajan en las comunidad judías de Judea y Samaria", afirma esta defensora a ultranza de los asentamientos.
"Precisamente en momentos en los que los israelíes somos víctimas de una grave ola de ataques terroristas, la UE da un premio a los palestinos para que sigan rechazando sentarse a la mesa de negociaciones", protesta el ministerio de Exteriores.
En contraste con el malestar de la mayoría de los partidos políticos en la Knésset,el movimiento israelí Paz Ahora aplaude "esta muestra de la oposición europea a la ocupación y colonias que no contradice el apoyo a Israel".

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