El arquitecto bebió agua de una botella que estaba en el escritorio de su padre, que había muerto tres días antes, aparentemente de infarto. Las autoridades investigan ambas muertes.
El hijo de un testigo clave en el escándalo de pago de sobornos por la constructora Odebrecht en Colombia murió envenenado, reveló el resultado de la autopsia divulgado este martes (13/11). El arquitecto Alejandro Pizano Ponce de León murió tres días después de su padre, Jorge Enrique Pizano, que fue auditor de una obra hecha por la empresa.
"Según el resultado de la autopsia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencia Forense, la causa de la muerte fue envenenado con cianuro", informó en rueda de prensa la vicecanciera general de Colombia, María Paulina Riveros.
Ponce de León, de 31 años, vino de España para participar en el funeral de su padre, que sufría de cáncer y habría sido víctima de un infarto. El domingo, bebió agua de una botella que estaba escritas en la habitación de su padre. Él comenzó a pasar y contó a los familiares que sintió un gusto extraño en el agua. Ponce de León murió horas después en un hospital.
Según la fiscal, había cianuro dentro de esa botella de agua. Los investigadores recogieron la bebida para realizar los análisis correspondientes y detectaron la presencia de la sustancia. "A causa de los hechos anteriores, la Fiscalía General también abrió una investigación penal para determinar por qué esa sustancia estaba en la casa del padre de la víctima", agregó Riveros.
El director del Instituto de Medicina Legal y Ciencia Forense, Carlos Valdés, afirmó que la muerte de Pizano, aparentemente por infarto, también será analizada por las autoridades. Pizano tenía cáncer linfático en estado avanzado y fue encontrado muerto en el baño de su casa la semana pasada. Su cuerpo fue cremado.
Pizano hizo importantes revelaciones sobre el caso Odebrecht en el país. Antes de morir, dejó una entrevista grabada, exhibida el lunes por la emisora colombiana Noticias Uno, en la que revelaba que el fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, sabía del esquema de corrupción de la empresa desde 2013, tres años antes de asumir el cargo. "Le informé a él que había contratos irregulares", afirmó.
En 2015, Pizano era responsable del control financiero de la Ruta del Sol 2, que conecta el centro al norte del país. Él fue el auditor de la obra. En la época, el actual procurador general era abogado del Grupo Aval, un gran conglomerado bancario que es socio mayoritario de una de las empresas vinculadas a esa obra. Según la Fiscalía de Colombia, Odebrecht pagó más de 28 millones de dólares en sobornos para garantizar el contrato de la Ruta del Sol 2.
Martínez asumió el cargo de fiscal general en agosto de 2016. Las investigaciones sobre los pagos de propina por Odebrecht en Colombia comenzaron a la vuelta del año siguiente, después de que el escándalo internacional salió a la luz, revelado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En un comunicado, el fiscal general afirmó que sólo supo que los descubrimientos de Pizano tenían conexión con las tasas pagadas por Odebrecht en 2017. Por estar impedido en el caso, no actuó como promotor en la investigación.
Martínez alegó también que Pizano le llevó en el segundo semestre de 2015 los resultados de investigaciones sobre contratos del consorcio Ruta del Sol. Sin embargo, al cuestionarlo sobre la existencia de corrupción, el testigo clave dudó en hacer una denuncia.
"Le pregunté a Pizano si podía asumir que había propinas, y él me respondió que no estaba seguro, una de las hipótesis que contemplaba era que se libra de propinas pagadas a paramilitares. La duda explica por qué no presentó denuncia alguna a las autoridades ", agregó el fiscal general.
En diciembre de 2016, Odebrecht admitió a las autoridades estadounidenses el pago de cerca de 788 millones de dólares en tasas en 12 países de América Latina y África, en más de cien proyectos-en la mayoría de los casos, obras públicas - realizadas entre 2001 y 2014 .
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